En el lado de carne de las
pieles saladas, a veces son ostensibles manchas rojas y violetas que son
el inicio de una mala conservación.
Las manchas de color amarillento
a pardo se presentan al tacto como un endurecimiento del tejido fibroso
y se encuentran más o menos incrustadas en la piel, presentándose
en el lado de carne, de flor y en el interior de la piel.
Las manchas de
sal se forman al reaccionar los productos de degradación bacteriana
de la piel con las impurezas que contiene la sal común, dando las
consabidas incrustaciones.
El ataque bacteriano de la piel durante
el período de conservación se manifiesta en el cuero acabado
por una soltura de flor y por el hecho de que los cueros quedan vacíos.
Para el curtidor no todos
lo defectos del cuero salado tienen la misma importancia; las coloraciones
rojas desaparecen casi por completo durante el remojo y nunca son ostensibles
después del apelambrado.
Las manchas violetas desaparecen total
o parcialmente durante la curtición.
Las manchas de sal del lado
de flor, así como las marcas de recalentamiento continuarán
siendo visibles en las pieles acabadas.