Los tratamientos de conservación
más adecuados dependen de los varios factores propios del origen
de las pieles y de la localización de los mataderos.
Especialmente influyentes son las
condiciones climatológicas; pero también los productos para
conservación varían en precio de unas zonas geográficas
a otras; obviamente, el tipo de piel a conservar es el principal determinante
del método.
Como en todos los procesos de almacenaje,
las condiciones elementales de limpieza, temperatura y humedad son aquí
muy importantes.
Desde el momento mismo del desuello,
las pieles deben depositarse ya en contenedores adecuados para que no se
ensucien con la sangre y el estiércol que se encuentran en el suelo
del recinto donde se efectúa el sacrificio de la res.
Ya en la sección de conservación,
se extienden sobre una superficie plana con el lado de carne hacia arriba,
para la operación de recortado, eliminación del exceso de
carne y grasa, separación de oreja, hocico, patas y la parte de
la cola de pelo largo.