TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN EN PIEL 

PRIMERA PARTE: De la materia prima a la piel transformada

©  EDYM, España 2009

     ISBN 978-84-88615-14-0  DL V-4810-2009

CAPITULO 01
Un tejido vivo 
 

 

3. La textura de la piel 

3.3. La superficie interna de la piel. 

Cada una de estas microfibrillas en que se desdobla la piel presenta una superficie que limita con el aire o con los materiales adyacentes.

La superficie total de estas microfibrillas es la suma de todas ellas, y se la llama superficie interna de la piel. Debido a esta estructura multifibrilar, es obvio que la superficie interna de la piel llega a valores altísimos. Esta superficie interna se mide en metros cuadrados por gramo de material, y en las fibras naturales (piel, algodón, lana) llega a valores también muy altos.

HEIDEMANN y RIESS determinaron esta superficie sobre piel de cordero sin curtir y encontraron el valor de 140,7 m2 por gramo de piel pura. Esto motiva también la retención de agua en los espacios interfibrilares, por capilaridad.

 
 

3.4. Humedad entre las fibras

El fenómeno de la retención y movimiento de líquidos por capilaridad es de importancia vital en la naturaleza. Es el que permite subir la savia por el tallo de los vegetales y también el aceite por la mecha de la lámpara o la cera fundida por la de la vela. Si estos tallos y mechas fueran de material macizo, sin espacios interfibrilares capilares, los líquidos no ascenderían.

Ahora podemos comprender una de las razones que permite a la piel retener y dejar circular grandes cantidades de agua. Es el agua llamada interfibrilar.

Desde luego, las fibras sintéticas están muy lejos de poder igualar a la piel en cuanto a retención de agua interfibrilar. Su finura viene limitada por las posibilidades técnicas de formación, que difícilmente permiten secciones inferiores a las 10 micras, mientras que las fibras de piel ya hemos visto que podían llegar a grosores cercanos a las dimensiones moleculares.

 

3.5. Tasa legal de humedad

Hay otra forma de retención de agua en las fibras, donde la piel aventaja claramente a todas las fibras químicas. Es el agua que entra a formar parte de la estructura química del colágeno curtido, que se llama agua de combinación.

El agua de combinación es el porcentaje de agua que absorbe la piel en una atmósfera con el 65% de humedad relativa y a 21 ºC de temperatura, permaneciendo en ella el tiempo suficiente para que se establezca el equilibrio. Se calcula sobre peso de piel secada a 100 ºC.

En la industria textil este agua recibe el nombre de tasa legal de humedad. Es una cifra básica para las transacciones comerciales de fibras naturales, que se realizan según el peso de las mismas, y existen laboratorios especializados en su determinación (Laboratorios de Acondicionamiento). Las pieles que contienen el agua correspondiente a esta tasa legal no presentan el aspecto de mojadas, se notan secas. En cambio, los tejidos hechos con fibras de tasa legal nula se notan ya calados con tan sólo porcentajes del 15% de agua.

 
Fig. 3. Un haz de fibras finas y otro de fibras gruesas; ambos pesan lo mismo, pero la superficie externa total de las finas es mayor que la de las gruesas. En las finas hay más espacios interfibrilares, más estrechos y de mayor capilaridad.
 

Cont. 01/3.6 Porosidad


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