TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN EN PIEL 

PRIMERA PARTE: De la materia prima a la piel transformada

©  EDYM, España 2009

     ISBN 978-84-88615-14-0  DL V-4810-2009

CAPITULO 01
Un tejido vivo 
 
 

3. La textura de la piel 

 

3.1. Las fibras de este tejido natural 

  • Estas fibras, que configuran la materia preponderante de la piel, han sido ampliamente estudiadas, tanto por su interés en el campo de los curtidos como por su mayor trascendencia en biología, fisiología y anatomía. Están constituidas por una proteína llamada colágeno. Esta palabra significa generador de cola, porque al hervir con agua estas fibras de piel sin curtir se deshacen, en gran parte, dando lugar a una disolución de cola o gelatina.

  • Colágeno es la proteína fibrosa que ha sido hallada en todos los organismos multicelulares y es la más abundante en los mamíferos, donde alcanza un 25% de su composición. La propiedad distintiva del colágeno es que forma fibras insolubles que tienen una alta resistencia a la tracción.

  • Cuando la piel es desprendida del animal, sus fibras colagénicas contienen un 60% de agua, la cual es necesaria para mantener su flexibilidad, pero, con tal cantidad de agua, entran fácilmente en fermentación. Secándolas se evita esta fermentación; pero las fibras, y toda la piel, quedan duras, córneas y frágiles; en resumen, queda un material inútil.

  • Con la curtición se provoca la fijación química de productos que estabilizan el colágeno, que deja de ser fermentable y queda con tanta o más flexibilidad que cuando era un tejido vivo.

Podemos decir, por tanto, que una piel curtida está formada por un entretejido féltrico de fibras colagénicas estabilizadas químicamente.

Penetrando en las fibras podemos preguntarnos ahora: siendo la piel un aglomerado de fibras, ¿por qué tejidos similares obtenidos con fibras sintéticas no tienen el mismo comportamiento? Con este interrogante hemos afirmado ya que el comportamiento de las fibras sintéticas no es el mismo que el de la piel. Esto vamos a intentar explicarlo más adelante, en un estudio comparativo entre las propiedades de varios tipos de fibras.

 

3.2. El torcido natural de las fibras

En la industria de los hilados, para formar el hilo se alinean paralelamente, en primer lugar, un número determinado de fibras, y se procede luego a darles un torcido sobre sí mismas. Con esta operación se logra que el hilo tenga una buena resistencia a la tracción. He aquí un caso más en el que el hombre, de forma quizá inadvertida, ha copiado a la naturaleza. Porque hinchando con un tratamiento alcalino las fibrillas se obtienen nuevas formas de fibras aflojadas y separadas por la hinchazón alcalina y se observa cómo cada fibrilla se desdobla en un haz de otras fibrillas aún más finas, entrelazadas entre sí por una clara torsión helicoidal.

La naturaleza tiene claramente asumido que para reforzar las fibras que elabora debe darles una torsión sobre sí mismas. Esta es la explicación de la alta resistencia a la tracción que presentan las fibras de la proteína llamada colágeno a que antes nos hemos referido.

Cont. 01/3.3 La superficie interna de la piel
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