TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN EN PIEL 

PRIMERA PARTE: De la materia prima a la piel transformada

©  EDYM, España 2009

     ISBN 978-84-88615-14-0  DL V-4810-2009

CAPITULO 01
Un tejido vivo 
 
 
2. Análisis visual  

2.1 Las dos caras de la piel

Observando atentamente un trozo de piel lanar curtida, sin teñir y con una parte depilada, podemos distinguir los elementos que se señalan en las figuras 1 y 2. La superficie exterior de la piel, una vez depilada, se llama flor. Es la cara exterior de un gran número de artículos de piel (napas para confección, tanés para guantería, calzado, tapicería, etc.). Sobre la flor de la zona depilada pueden apreciarse los agujeros por donde emergía la lana (o los pelos), cuya especial disposición es característica de cada raza o especie.

La cara interna de la piel, la que está en contacto con el cuerpo de animal, se llama carne o lado carne. Por este lado se acaban otros artículos de aspecto afelpado, que reciben el nombre genérico de ante. En la sección que ha quedado visible al ser cortada puede apreciarse la dermis o corium, y en ella las minúsculas señales de las raíces pilíferas. Cuando una piel no ha sido depilada, tal como puede observarse en la parte derecha de la Figura 1, da lugar entonces a los artículos de peletería como el Moutón, Doble faz, Napalán, Toscanas e imitaciones diversas.

Fig. 1. Piel solamente curtida, parte depilada y parte sin depilar, mostrando el llamado lado flor o lado de la napa, donde se aprecian las aberturas pilíferas por donde emergía la lana o el pelo. 

Fig. 2. Piel bovina, representada en sección.


En cuanto a su vista en sección, la piel no es homogénea en todo su espesor. Observemos las ilustraciones Figura 2, que muestra la estructura del espesor de una piel en bruto. En el centro del cuero, los haces de fibras son más grandes, pero éstos se subdividen a medida que se acercan a la superficie exterior donde crecían los pelos en el animal vivo.
Es la delgadez de las fibras que se entrelazan en la superficie exterior la que proporciona la flor fina y lisa característica de la piel. En la superficie del lado carne, que en vida estaba adherida a los músculos del animal, las fibras tienen tendencia a estar horizontales, formando una capa delimitadora o de carne de la piel.
Los pelos están situados en una cara específica de la piel, capa de flor, que se extiende desde las raíces del pelo hasta la superficie exterior. La capa fibrosa inmediatamente inferior es el corium, que tiene dos secciones diferenciadas: la capa papilar y la capa reticular; ello nos adelanta ya una idea de cómo una piel se puede dividir con la precisión técnica posible actualmente. En la parte inferior final, véase el detalle de "lo que le sobra a la piel" cuando llega del sacrificio y que vamos a eliminar en ribera, previo al inicio del proceso de curtido propiamente dicho.

El detalle de los pelos (final del grupo de ilustraciones Fig. 2) es importante de observar, porque la inserción del pelo determina una calidad del cuero acabado.

 

Por ejemplo, en una piel porcina el hueco del pelo atraviesa toda la epidermis y, después de la depilación, es muy notable a simple vista; en una napa de alta calidad, el orificio pilífero apenas se nota.

 

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Cont. 01/3. Textura de la piel
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