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Cada piel curtida tiene
la forma característica del animal del que procede, no necesariamente
la más conveniente para el confeccionista. La superficie de cada
piel está también limitada por el tamaño del animal,
lo cual explica por qué el cuero bovino nos proporciona una piel
curtida más alargada y con área superior a la del cordero.
Actualmente, la mayoría de prendas se elaboran con piel de cordero
y, en menor medida, de ternera, de cabra y de cerdo.
Al desprender la piel, el primer
corte se hace a lo largo del centro de la barriga. La piel que cubría
la espalda y costados del animal ocupa la parte central de la pieza, es
decir, el crupón, y los dos costados, o flancos, son de la
barriga.
Las pieles ovinas y porcinas se conservan
enteras, mientras que el cuero bovino, al ser bastante más grande,
normalmente es dividido por el espinazo en dos partes. En algunos casos
los flancos son separados y lo restante de la parte central es comercializado
como crupón.
La piel de estos tres tipos de animales
tiene la misma estructura básica: consiste en innumerables haces
de fibras finas, las cuales se entrelazan no en dos direcciones, como es
en el caso de la tela, sino en varias, que son aparentemente desordenadas
y, sin embargo, resulta ser el desorden perfecto para un entrelazado indestructible.
Ese es el porqué la piel curtida no se deshilacha al cortarla, al
contrario que la tela. Aquí no existen los hilos cruzados (trama
y urdimbre) característicos de los tejidos mecánicos
convencionales, sino un amasijo de fibras entrelazadas al azar en todas
direcciones, formando una especie de fieltro. Es la forma que los ingleses
llaman non-woven, equivalente a no tejido, en español.
Son fibras finas y compactas en la zona de la flor, que se
agrandan y se esponjan en la parte interior o corium.
Es este raro tejido fibroso el que
proporciona a la piel curtida sus propiedades únicas de flexibilidad
y resistencia, su capacidad de ajustarse a formas diferentes y, al doblarse,
formar una textura superficial de pliegues finos, dando hermosura estética.
Las fibras tienen la cualidad de ser transpirables y así se dice
que la piel respira. El aire que se encuentra entre las fibras forma un
aislamiento perfecto; así, la piel protege contra el frío
y el calor. |