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El
cuidado específico que se le exige al criador del gusano, respecto a vigilar el
momento en el que el capullo está terminado de hacer, es fundamental para
obtener después el hilo de gran calidad de seda cruda.
La
mariposa de la seda, bombyx mori, es un insecto de corta vida, durante la
cual lleva a cabo una larga metamorfosis. En estado larvario (el huevo) puede
conservarse durante un cierto tiempo, porque todos los artrópodos pasan por
estados de dormancia, un estado de baja o nula actividad metabólica que se
conduce por un código genético y que está destinado a la supervivencia del
insecto en las condiciones más desfavorables.
En
la fase siguiente, la de oruga (pupa) se da su metamorfosis más importante, para
pasar al estado adulto, en forma de mariposa (artrópodo lepidóptero). En esta
fase, la actividad metabólica se detiene; por eso el criador experto aconseja
alimentar antes a la larva con hojas de morera hasta la saciedad. Ahora este
gusano se dedica a fabricar su célula habitable, resistente incluso a
inclemencias de su medio ambiente, y puede permanecer dentro de ella (en estado
de dormancia) hasta que las condiciones le sean propicias para pasar al estado
definitivo de adulto.
Como hemos dicho, en el caso de la cría del gusano de seda, estas condiciones
propicias para su desarrollo le son inducidas por el criador; es decir, el medio
ambiente en que vive el gusano tiene las condiciones óptimas para llevar a cabo
su ciclo vital. Ello significa que cuando la pupa ha terminado de fabricar su
capullo protector con hilo de seda, ...se encuentra que ya no lo necesita y va
rápidamente a la fase siguiente de su metamorfosis, la del artrópodo adulto, que
romperá el capullo de seda y saldrá de él como una mariposa.
Mientras la pupa está dentro del capullo de seda el capullo no está roto
y
tenemos un solo hilo, que es continuo y muy largo, y que
proporciona una gran consistencia, finura y durabilidad al hilo hilado
resultante. La pupa teje su propio capullo con único hilo. Si
el capullo de seda está roto, entonces el hilo que lo formó roto también en
varios segmentos. En
ambos caso el capullo es aprovechable; pero en el segundo de los casos, para
provechar la seda hay que cardar esos hilos rotos y proceder al hilado, como
haríamos con la lana, por ejemplo.
No sólo en tejidos, sino en múltiples usos se
encuentra la seda entre los chinos de la antigüedad: cuerdas de instrumentos musicales,
papel, etc.
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