ACOSTILLADO, MELÓFAGO, AFELPADO BASTO,
BAJO
DE FLOR,
CICATRIZ,
CORTE DE DESUELLO,
EFLORESCENCIA GRASA,
ENGALAPADO, EMPASTILLADO, ESPINA,
ESPINAZO,
FLOR DE LEOPARDO,
FLOR SUELTA, FLOJEDAD, GARRAPATAS,
GRIETAS DE FLOR DEL DESUELLO,
IJADAS OSCURAS, MAL RECORTE,
MANCHAS DE CONTACTO,
MARCAS DE ATURDIDO, MARCA DE
FUEGO,
MARCAS DE MÁQUINA,
MIGRACIONES,
MOHO,
PATA DE CUERVO, PICADO DE LANA,
QUIEBRE,
RANCIO, RECALENTADO,
RIELADO, RILA,
ROTURA DE
FLOR,
SARNA,
ROÑA, SECADO EN BRUTO A TEMPERATURA,
VENAS,
VENOSIDAD
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Anomalías Frecuentes en las
pieles sin pelo
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BAJO
DE FLOR
BLIND GRAIN (inglés)
BAS DE FLEUR (Francés)
Una piel presenta bajo de
flor cuando se aprecian zonas, de extensión variable, que son menos
brillantes de lo deseado, porque la flor ha sufrido algún deterioro
que puede llegar hasta su total destrucción.
Atendiendo a su origen, pueden clasificarse
así:
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Fermentativo.
-
Químico.
-
Mecánico.
-
Combinaciones de ellos.
Los recalentamientos de la piel
en bruto y las fermentaciones anómalas que pueden producirse antes
de la curtición, si son de cierta intensidad, causan la destrucción
de la flor.
Muchos de los productos químicos
usados en la Ribera, si se emplean a dosis y temperaturas demasiado altas
o durante tiempos demasiado prolongados, acaban dañando la flor.
Las acciones mecánicas en
fábrica pueden atacar también la flor (abrasiones de máquinas,
frotes en los bombos y molinetas, etc.).
Finalmente cabe decir que, mientras
una determinada acción mecánica puede no producir abrasiones
sobre pieles normales, es posible que sí las produzca sobre otras
que están debilitadas químicamente o por fermentaciones.
Esta diversidad de causas incrementa
las probabilidades de producir bajos de flor en fábrica. También
dificulta el averiguar dónde y cuándo se han producido.
CICATRIZ
SCAR (inglés)
CICATRICE (Francés)
La piel de animal vivo puede
sufrir alteraciones que modifican físicamente el tejido colagénico.
Se trata de las heridas.
Pueden ser debidas a muy variadas
causas: desde enfermedades cutáneas hasta agresiones mecánicas
de la más diversa procedencia. En las pieles lanares, caprinas
y porcinas, las más frecuentes pueden agruparse del siguiente modo:
Debidas a enfermedades
Granos
Dermatitis
Eczemas
Erisipelas
Hiperqueratosis
Tumores
Debidas a accidentes
Rasguños
Suturas
Pinchos
Alambre espino
Quemaduras
Si el animal fue sacrificado
con las heridas todavía no cerradas, entonces la flor queda abierta
en vez de presentar cicatriz.
Sobre las pieles curtidas es relativamente
fácil identificar si las cicatrices proceden de accidente o de enfermedad,
pero resulta más difícil dictaminar qué tipo de enfermedad
llegó a producirlas.
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