3.1. Proceso para el acabado
de ante
|
Aplicación de agua a pistola.
Cepillado de la prenda.
Planchado a vapor.
Inspección.
Nuevo cepillado.
Matizado, si es absolutamente necesario.
|
Si los resultados no son correctos,
hay que limpiar de nuevo la prenda y volver a empezar el proceso. |
Hay dos sistemas para el rematizado
del ante:
|
Obtención del color original
mediante un correcto reengrase.
Coloreado a pistola con soluciones o
emulsiones de colorante.
|
En términos generales,
el coloreado a pistola es adecuado si la prenda ha perdido parte, no la
totalidad, de su color. Si hay una pérdida importante, sobre todo
en un afelpado de color oscuro, se recomienda este método.
Hay que reconocer que una
fina aplicación de colorante no elimina las zonas más claras
decoloradas por efecto de la luz; únicamente sirve para modificar
el tono general de la prenda y para avivar el color. Con la aplicación
de colorante sólo se pueden conseguir colores más oscuros.
|
No es normal la uniformidad de color
en una prenda usada. Ésta se ve afectada por zonas descoloridas
por la luz, zonas enrojecidas, suciedad, áreas frotadas e imperfecciones;
todo ello hace que una sola aplicación de colorante no sea suficiente
para conseguir una superficie de color uniforme. Las marcas de insectos,
originalmente matizadas y no teñidas, necesitan la aplicación
local de colorante.
Evidentemente, el recoloreado no
es rápido ni sencillo; hay que proteger los forros para que el colorante
no los manche. Se debe aplicar el colorante por zonas reducidas, de forma
bastante diluida. Hay que secar la prenda y repetir el proceso dos o tres
veces hasta completar el trabajo. Un cepillado ligero y un repasado en
la plancha proporcionan el acabado final. |