La prenda se coloca en el tablero inferior de la prensa,
estirada en la forma correcta, manteniéndola en posición aplicando el vacío. Se
puede aplicar vapor por la cabeza, con el cabezal elevado para humedecer su
cobertura y elevar la temperatura de su superficie. No se debe utilizar vapor
libre cuando la prenda y el cabezal están en contacto. Se cierra el vapor del
cabezal y se da forma a la prenda mediante una ligera presión de 10-15 segundos.
Cuando el cabezal está en contacto con la superficie de la
prenda, hay que parar el proceso de vacío, aplicándolo de nuevo antes de elevar
el cabezal.
Se mantiene el vacío hasta que la prenda esté completamente
enfriada, Durante este proceso, en los antes puede cepillarse ligeramente
para obtener una felpa uniforme.
Es difícil planchar las mangas; el mejor resultado se
obtiene utilizando una felpa especial para éstas. No se puede usar un perno en
forma de manga sin forrar, ni planchas de soplo.
Si una prenda necesita ser estirada para recuperar su
forma, es necesario un tratamiento preliminar anterior al planchado a vapor
descrito. Este tratamiento preliminar consiste en aplicar cortos soplos de vapor
por el tablero inferior, mientras la prenda es movida por el operario (con
acción de batir); esto calienta y humedece la prenda para hacerla más flexible.
Se aplica el vacío y se estira hasta obtener la forma correcta y un aspecto
liso. Después de este tratamiento preliminar se puede proceder al planchado
normal con vapor.
No se debe insuflar demasiado vapor por el tablero
inferior, debido al daño que el calor puede provocar.
Las napas se planchan de manera similar a los antes. Sin
embargo, los resultados obtenidos son mejores si se usa una plancha de cabezal
pulido.
Si se utiliza una horma para dar forma a la prenda, debe
reducirse el tiempo normal de vapor, regulando, por tanto, su cantidad. Se puede
manipular la prenda durante el proceso a vapor para darle forma.
En el momento en que se hace pasar aire caliente y húmedo
por la prenda, la superficie del ante se cepilla para obtener un afelpado
uniforme. Muchas pieles de doble faz no necesitan tratamiento posterior de
planchado. |