TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN EN PIEL

Tercera parte: Conservación y mantenimiento de las prendas

©  EDYM, España 2009

     ISBN 978-84-88615-14-0  DL V-4810-2009

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CAPITULO 13
El  usuario final y el tintorero peletero 

 
A. Introduccion. Normas elementales. A.1. Curtidos de Flor o Napa. A.2. Curtidos afelpados o ante. A.3. Lavado en seco. B. TINTORERO: Tratamiento de las prendas de piel antes de su limpieza. Comprobaciones preliminares (Tabla). Cuidados en la limpieza, reacabado y planchadoB.1. Examen de la prenda. B.2. Defectos provocados por el uso. B.3. Clasificación y pre-acondicionamiento. B.4. Tratamiento de las prendas de piel antes de su limpieza.
 
B. Tratamiento de las prendas de piel antes de su limpieza / Cont.

B.4. Tratamiento de las prendas de piel antes de su limpieza

Es imprescindible el tratamiento previo de las manchas para la eliminación de la suciedad profunda; algunas manchas podrían fijarse para siempre con el calor, aunque sea muy suave (sangre, algunas de comida y otras sustancias proteínicas), lo mismo que las manchas de origen liquido (normalmente acuoso), por lo que necesitan una atención especial.

 

Se pueden obtener unos estándares superiores de limpieza si se hace un tratamiento previo de la superficie afelpada, antes de limpiarla con disolvente, lo cual se puede llevar a cabo de varias formas. El lado del pelillo puede ser tratado con una felpa abrasiva o con un cepillo de púas de cobre. Este tratamiento levanta el pelillo y permite que la sustancia causante de la mancha se deshaga, facilitando así su eliminación.

Evidentemente, no se pueden utilizar estos tratamientos abrasivos en las napas, pero sí las gomas o bloques de flor comerciales, con resultados bastante buenos.

Debe descartarse el uso de un cuchillo sin filo.

Estos tratamientos en seco son muy eficaces, pero hay que prestar atención para evitar un pelillo basto y variaciones zonales y/o generales del color.

Muchas de las sustancias que provocan la suciedad y las manchas no son solubles en los disolventes del lavado en seco. Sin embargo, la mayoría son solubles en agua, por lo que ésta es imprescindible en el proceso del lavado en seco. Para quitar las manchas solubles en agua se puede utilizar ésta, antes o después del lavado en seco. Normalmente las manchas y zonas excesivamente sucias de las prendas afelpadas son tratadas con mezclas de detergente y agua, inmediatamente antes de introducirlas en la máquina de lavado. Evidentemente, debe reducirse la cantidad de agua, ya que una fuga de colorante podría causar desigualdades o pérdidas de color.

Alternativamente, se puede aplicar una solución de detergentes del lavado en seco con disolvente, mediante un suave cepillado de las zonas más sucias; normalmente es suficiente un 25-30% de detergente de la solución. El vapor del disolvente puede provocar problemas de salud al tintorero si la ventilación no es adecuada y no está correctamente distribuida. Por ello, y aunque no sea tan eficaz, es más frecuente utilizar una solución del 50/50 de mezcla de detergente y aceite de piel.
Si se permite que los detergentes del lavado en seco se sequen en la piel, pueden producirse manchas casi imposibles de eliminar. Por ello, es muy importante hacer el lavado en seco inmediatamente después de haber tratado la prenda con este procedimiento.

El pre-desmanchado, es decir, la eliminación de las manchas (y no la eliminación de la suciedad o de las sustancias causantes de la mancha, como en el caso del tratamiento previo), puede ser realizado en las prendas de piel. Sin embargo, deben limitarse los reactivos utilizados, evitando los que puedan causar pérdidas excesivas del color; éstos incluyen soluciones altamente álcalis y disolventes como la acetona, que pueden provocar desigualdades en el color. De todas formas, el pre-desmanchado es eficaz siempre que las manchas se puedan tratar rápidamente y no se permita que se seque el reactivo antes del lavado en seco.
En caso de duda, es conveniente comprobar la prenda con el disolvente elegido para determinar su posible resultado.

En algunos casos de tratamiento previo, es aconsejable procesar toda la pieza sucia para reducir posibles diferencias provocadas por un tratamiento localizado.

 
La realización de una prueba para determinar la eficacia de un producto quitamanchas en una zona no visible determinará cualquier perjuicio que pueda ocasionar a la piel, no indicará necesariamente el efecto del reactivo sobre entretelas o adhesivos. Normalmente, se considera que es responsabilidad del tintorero, pero no hay un método de prueba sencillo y adecuado. Por esta razón, la aplicación de reactivos ha de reducirse lo máximo posible; debe ser el último recurso y únicamente con el consentimiento del cliente.
 
 
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