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A.1. Curtidos de Flor o Napa
Es fácil distinguir
sí un curtido está acabado o no mediante la acción
de poner una gota de agua en una zona no visible, si ésta es absorbida
rápidamente oscureciendo el curtido, no está acabado; si,
por el contrario, el agua se queda en la superficie, entonces está
acabado o ha sido tratamiento con un producto repelente al agua.
Un curtido acabado se puede limpiar
en casa pasando simplemente un trapo húmedo por su superficie. Si
la suciedad es más resistente, se puede utilizar una solución
de lavaplatos disuelta (1% de solución). Después de utilizar
el trapo húmedo, deberá lustrarse con uno suave y seco. Este
tratamiento es adecuado para todo tipo de curtido, sea bovino, ovino o
de otro tipo cualquiera, ya que se limpia el acabado y no el substrato.
Se pueden ocultar las áreas
desgastadas mediante acabados comerciales, que se venden bajo la marca
Miss Dylon o Lady Esquire. Estos productos se comercializan con una amplia
gama de colores, pero si no se puede conseguir un determinado tono, para
su obtención pueden ser mezclados los tonos de la misma gama. El
producto se aplica a la zona desgastada, y cuando está seco se puede
aplicar una segunda capa si se precisa. Antes de empezar es conveniente
comprobar que el tono es aceptable, si no la reparación resultará
peor que el problema original.
A.2. Curtidos afelpados o ante
Se incluyen en esta categoría
pieles ovinas curtidas, afelpadas o serrajes afelpados. Cuando son nuevas,
es conveniente tratarías con un aerosol fluoro - carbónico,
por ejemplo, el Scotchguard, que aumentará la resistencia al agua
y al aceite, pero puede causar un oscurecimiento general de la superficie.
Debe rasparse el afelpado de vez
en cuando con una esponja seca o un cepillo de púas suaves para
ropa. Es preferible hacerlo cuando el afelpado está ligeramente
húmedo, por ejemplo, después de exponerlo al vaho del cuarto
de baño. Nunca debe utilizarse un cepillo para ropa con púas
duras o de alambre, y en ningún caso debe humedecerse con un chorro
de vapor.
La lluvia puede causar un oscurecimiento
temporal mientras el afelpado esté húmedo, pero normalmente
recuperará su color original al secarse. A veces, la zona mojada
sigue oscura, pudiéndose remediar con un raspado. En ningún
caso debe considerarse un defecto. Este fenómeno suele pasar cada
vez que se moja la superficie; una aplicación con aerosol de un
producto repelente al agua evitará esto, por ejemplo, con el Scotchguard
o el Swadeguard.
Si la mancha sigue una vez raspada,
es señal que el colorante se ha dispersado. En este caso, no es
posible restaurar la uniformidad del color y será necesaria la intervención
de una tintorera especializado en pieles.
Si la suciedad es muy profunda, puede
eliminarse mediante el uso de un trapo engomado, por ejemplo, el Swadegroom. |