TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN EN PIEL 

PRIMERA PARTE: De la materia prima a la piel transformada

©  EDYM, España 2009

     ISBN 978-84-88615-14-0  DL V-4810-2009

   
CAPITULO 2
La piel en bruto 

 

1. Áreas anatómicas de la piel. 1.1 Otras normas de división de las áreas anatómicas de la piel. 2. Defectos de las pieles en bruto. 2.1. Defectos típicos de la raza. 2.2 Defectos producidos por accidentes y enfermedades. 2.3 Defectos producidos por parásitos. 2.4 Defectos producidos en el matadero. 2.5 Defectos producidos por acción mecánica. 3. identificación del curtido. 3.1 Superficie de la flor. 3.2 Superficie de carne. 4. Estructura interna de la piel. 4.1 Estructura horizontal por capas. 4.2 Variaciones de estructura en una misma piel. 4.3 Variaciones de estructura en las pieles de animales distintos

 

2. Defectos de las pieles en bruto

Defectos típicos de la raza

Defectos producidos por enfermedades

Defectos producidos por parásitos

Defectos producidos en el matadero

Defectos producidos por acción mecánica

 
 

Las pieles presentan irregularidades o defectos generalmente producidos por causas muy diferentes, incluso dentro de una misma piel, y aún más variados motivos cuando se trata de pieles de distintas razas. La piel ovina, por ejemplo, varía sensiblemente sus características de unos países a otros, según la procedencia de la res.

La primera cuestión a aclarar es si estas irregularidades son características propias de la piel, naturales para ese tipo de piel, o si son verdaderamente defectos.

Siempre al profesional le resultará de gran utilidad familiarizarse con las peculiaridades de los géneros con que trabaja, para acertar en la selección de los mismos. Y ello es ya determinante si se trata ya de un profesional cuyo cometido es, precisamente, la selección de los géneros; pongamos por caso el curtidor y, sobre todo, el responsable de compras.

Pero también para el confeccionista, que debe tener en cuenta el comportamiento de una pieza de piel en cada parte de la prenda, la acertada calificación de la piel que utiliza tiene una importancia definitiva para la durabilidad de su confección: que no deforme en su estructura original, que resista al roce en aquellas partes más expuestas y que mantenga los acabados. 

En resumen, tengamos en cuenta que la calificación de una pieza depende, también, de la acertada identificación y valoración de sus defectos. Y esto vale para toda pieza de piel en cualquier etapa de su vida, desde el matadero hasta la mesa de corte o el taller de confección; incluso durante la vida de uso de la prenda.

Nos vamos a dedicar ahora a aquellas irregularidades de la piel que son defectos propiamente dichos. Dos grandes tipos de defectos son, unos, los producidos en la piel durante la vida del animal; otros, los producidos desde la muerte del animal hasta iniciarse el proceso de conservación y, después, durante la conservación y fabricación de las pieles y en los tratamientos de acabado.

 
Cont. 02/2.1. Defectos típicos de la raza
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