Calificaciones:

5 = ausencia de sangrado en el disolvente

4 = ligero sangrado en el disolvente

3 = sangrado apreciable en el disolvente

2 = sangrado fuerte en el disolvente

1 = sangrado muy fuerte en el disolvente

Una pérdida de color, durante el lavado en seco, puede producirse por pérdida de aceite de engrase y/o de colorante, debido a su solubilidad en el disolvente del lavado en seco. Después de la prueba, la muestra debe tener un grado mínimo de 3 en la escala de grises. Los valores inferiores marcan la pérdida de colorante y aceite. Las pieles acabadas no deben mostrar cambios en su aspecto, ni en la calidad del acabado. Esto es especialmente importante si el curtido se destina a adornos, ya que su reacabado podría resultar imposible. Si el curtido está grabado, debe revisarse la muestra para ver la posible pérdida de su relieve y si se puede determinar si el grabado es estable al lavado en seco.

Si hay pérdida de colorante durante el lavado, se corre el peligro de manchar las telas utilizadas en la confección de la prenda. Para valorar este riesgo, se incluye algodón blanco en la prueba, y, una vez efectuada ésta, debe tener un grado 3 o superior en la escala de grises.

Modo de realizar la prueba

Las muestras de cuero se introducen en un tambor Wacker tambor durante 30 minutos, con un disolvente, ej.: percloroetileno o R 113 (trifluorotrichloroethane), junto con muestras acompañantes de textil blanco no tintado (tela por ejemplo, ISO 105-F 10) y bolas de teflón (tamaño especificado), con o sin adición de trioleína y jabones disolventes.

Después, las muestras de piel tratadas se colocan entre papel secante bajo una carga de 4,5 kg durante 1 minuto y transmitido apagado. Ellos son examinados por el cambio en la coloración, el tacto, la coloración del tejido de acompañamiento y, si es necesario, para los cambios en la capacidad de humectación, solidez a la luz y al frote (seco y húmedo).