Los curtidores y confeccionistas tienen que mantener bajo estricto control el comportamiento de la piel frente al agua. Es absolutamente necesario que el comprador de pieles para confección sepa cuales son los parámetros de este comportamiento.

Más adelante hablaremos de la prueba de resistencia a la transpiración, que es semejante a ésta, sólo que aquí se utiliza agua desmineralizada en lugar de la solución acuosa que se corresponde con la transpiración. Este método mide la tendencia del color a desprenderse de la piel cuando la piel queda mojada, por ejemplo, después de usarla bajo la lluvia. Tanto la prueba como la tela contigua deben dar unos valores mínimos de 3 o superiores en la escala de grises tras el ensayo. 
También se mide la resistencia de la piel al chubasco. Una gota de agua debería tardar más de 15 minutos en penetrar el curtido y, si penetra, no debería dejar huella.

La escala de resultados que se pueden dar estarán entre un 5, donde no se aprecian cambios en el tono tintóreo, y el 1, que significa un fuerte cambio de tono de la tintura.

Composición de la solución de transpiración por litro (sudor artificial):

5,0 g de cloruro de sodio, NaCl;

5,0 g Tris-(hidroximetil)-aminometano, NH₂C (CH₂OH)₃;

0,5 g de urea, NH₂CONH₂;

0,5 g de ácido nitrilotriacético N(CH₂COOH); ajustada a pH 8,0 ± 0,1 con ácido clorhídrico

Este método comprueba la tendencia del colorante a descomponerse a causa del sudor y, por consiguiente y como resultado del mismo, a manchar otras telas. La prueba hecha a pH 8 es innecesariamente severa, puesto que no sólo desprende el colorante no fijado, sino que también descompone el que ha sido fijado por el ácido. El ensayo es más real si se lleva a cabo a pH 5. Tras el ensayo, la muestra y la tela contigua deben dar un valor mínimo aceptable de 3 en la escala de grises.

Una buena solidez al sudor es necesaria principalmente para aquellas pieles que estarán en contacto directo con el cuerpo humano, máxime si está en sudoración abundante; es el caso del guante deportivo o las axilas en las prendas de vestir. Las pieles de mala solidez manchan de color las manos sudorosas al poco rato de entrar en contacto con ellas.
Por consiguiente, otro de los problemas que se le plantean al curtidor es la elaboración de pieles que no destiñan con el sudor. El confeccionista debe solicitar a los curtidores una gama de productos con esta buena solidez.