TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN TEXTIL

 (C) EDYM, España, 2007 - (C) Maria de Perinat, 1997

ISBN 978-84-88615-10-7

ISBN 84-88615-10-8

Depósito Legal V-4811-2009

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Capítulo 3
Las fibras naturales de origen animal /II

FIBRAS ANIMALES DE FOLÍCULOS PILOSOS

      • Lana 
      • Pelo: de alpaca, angora, camello, cachemira, cabra, guanaco, llama,  nutria, vicuña, yak.
      • Pelo de caballo

FIBRAS ANIMALES DE FOLÍCULOS PILOSOS. 1.1  La lana. 1.1 Historia y geografía de la lana. 1.2 Características morfológicas de la fibra. 1.2.1 Propiedades físicas1.3 INSTRUCCIONES DE CONSERVACION. 1.4 TIPOS DE LANAS. 2.  Los pelos. 2.1 Diferencias entre lanas y pelos. 2.2 Tipos de pelos.

 
1. La lana 

1.2 Características morfológicas de la fibra

La fibra de lana tiene una estructura molecular alargada, a base de cadenas de células que se unen en forma de muelle, lo que le confiere a la fibra su elasticidad, es decir, la capacidad de enderezarse y retorcerse sin ser deformada, recuperando siempre su forma original al cesar el estiramiento o la presión. Al estirar una fibra de lana, los enlaces transversales entre células se han forzado, quedando oblicuos, mientras dura el estiramiento. Al cesar éste, los enlaces-peldaño tienden a volver a su posición original. 

    • Es una fibra rizada, según la estructura molecular explicada antes, lo que confiere volumen al hilo de lana y a su tejido.

    • Es una fibra larga, según las variedades de lana de cada raza.

    • Presenta escamas en su superficie, lo que hace que pueda enfieltrarse.

 1.2.1  Propiedades físicas

Higroscopicidad.

Retiene el agua hasta el 40 ó 45% de su peso. Cuesta secarse. Esta capacidad de absorción de agua por la fibra no significa que se humedece, el agua no se adhiere a la superficie de la lana sino que se introduce en la fibra, sufriendo una poderosa retención. Lana aparentemente seca al aire puede contener un 15% de agua. 

 

Aislante térmico.

El volumen del tejido dificulta el intercambio térmico entre una y otra cara. Extendidas en una superficie plana todas las fibras de 1 kg de lana merina fina, pueden cubrir una superficie de 200 m2. Ello da idea de cuánto aire puede albergar dentro de sí, e inmovilizarlo, un tejido de lana de gran calidad. Esa gran cantidad de aire inmóvil retenido en los intersticios de las fibras, dificulta, por tanto, la conducción térmica. El segundo factor aislante lo constituye la superficie esponjosa del tejido que, al no adherirse a la piel, deja entre ésta y el tejido una primera capa de aire. 

 

La higroscopicidad de la lana unida a su propiedad de frenar el intercambio térmico le confiere ese carácter de equilibrador que tiene el tejido de lana:

Retiene en torno a la piel el calor que ésta produce, proporcionando al cuerpo una sensación cálida.  Atrae y retiene la humedad, en evaporación constante cuando la temperatura exterior es suficientemente alta, absorbiendo calorías, lo que produce en el cuerpo la sensación de frescor.

 

Absorbe la transpiración.

Cuando la prenda de lana se lleva puesta, la propiedad que tiene de atraer la humedad actúa sobre la piel absorbiendo el sudor, impidiendo o retrasando su fermentación y el olor característico del sudor fermentado.

 

Repele el agua.

Debido a la grasa natural que es parte constitutiva en ella, la lana repele el agua en su superficie.

 

No es inflamable.

No propaga la llama (huele a pelo quemado); no funde y, por tanto, no se pega a la piel en caso de incendio.

 

Es elástica.

Característica inherente a su rizamiento natural (explicado en el gráfico). 

 

Es estable.

No se deforma fácilmente en puntos de roce continuo, como codos o rodillas.

 

Poco arrugada.

Tiene gran poder de recuperación o resiliencia. La prenda de lana recupera fácilmente la "caída"; una prenda de lana bien colgada durante una noche "recupera" sorprendentemente su buena forma.

Fijación de la forma. Se puede estabilizar en una forma o dimensión determinada mediante:

humedad + presión + temperatura (el plisado, por ejemplo).

 

Capacidad de enfieltrarse.

Se consigue mediante fricción + presión + humectación, sus fibras se entrelazan de forma irreversible. Suele ocurrir al lavarla en lavadora. Al eliminar la presión sobre las fibras, éstas ya no recuperan su posición original. A base de una repetida actuación de estos factores se logra un fieltro muy fuerte que es característico de la lana y otros pelos con superficie escamosa. Tal propiedad es aprovechada para la reutilización de los desperdicios de fibras de lana demasiado cortas para ser hiladas. Este fieltro sirve para la fabricación de sombreros, revestimientos y aislantes acústicos.

 

Es resistente a los ácidos 

Pero no lo es a los álcalis (lejías), incluso diluidos.

 

Puede apolillarse.

Los eficaces tratamientos antipolillas han conseguido que esto haya dejado de ser preocupante a la hora de fabricar o adquirir una prenda de lana.

 

Amarillea bajo la acción de la luz solar.

 

No almacena electricidad estática.

Esta propiedad, más la higroscopicidad, la de aislante térmico y la elasticidad, sumadas, le confieren a la lana una propiedad más, excelente y exclusiva, que es la de resultar calmante nervioso, reconocible aun en somero análisis, por su tacto agradable.

 

 


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