TECNOLOGÍA DE LA CONFECCIÓN TEXTIL

 (C) EDYM, España, 2007 - (C) Maria de Perinat, 1997

ISBN 978-84-88615-10-7

ISBN 84-88615-10-8

Depósito Legal V-4811-2009

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Segunda Parte
el proceso industrial textil, de la materia prima a los acabados de las telas
 
Capítulo 8

Fundamentos de la Teoría del Color

La luz. El color. Morfología y fisiología del proceso visual 

 
 
1. La luz. 2. El color.  2.1 La refracción del espectro visible. 2.2. El color es una impresión sensorial. 3. Morfología y fisiología del proceso visual. 3.1  Estructura de la retina. 3.2 Biofísica y química de la visión. 4. Los colores primarios. 5. Defectos del órgano de la vista. 6. Sicología de la percepción cromática. 6.1 Razones objetivas. 6.2 Razones subjetivas.
 
 
6. Sicología de la percepción cromática
En este fenómeno tan complejo que es la percepción visual, una considerable cantidad de atributos vienen asignándose a cada una de las acciones perceptivas y que psicológicamente determinan y definen esa sensación visual, como, por ejemplo: 
    • aceptación (agradable o desagradable),

    • belleza, claridad, croma (débil, fuerte, vivo) 

    • excitabilidad (excitante o apacible) 

    • matiz, pureza, temperatura (colores calientes, colores fríos), etc.

Si bien la mecánica de la luz y la explicación y comprensión de los aspectos fisiológicos de la percepción visual es imprescindible en la materia de estudio que nos ocupa, no es menos importante la incidencia psicológica que tiene el uso del color en la creación. El diseñador de moda debe conocer y tener en cuenta la respuesta psicológica del consumidor ante el color en el producto de moda. 

Aproximadamente un 40% de toda la información óptica (exceptuando la lectura textual) que un individuo adquiere de su entorno está basada en el color, en la percepción del color. Conviene recordar la importancia primordial que tiene su estudio para llegar a un uso adecuado del mismo, sin dejar a la pura intuición más que lo imprescindible. La sensibilidad del diseñador para los colores, su gusto artístico, sus dotes innatas de creación, aquello en que se basa su intuición, es el producto de su educación artística. 

 
6.1 Razones objetivas
Las respuestas psicológicas ante el color tienen, de alguna forma, su explicación o motivación en causas físicas o químicas objetivamente propias de las cualidades existentes en esos colores; así la razón fundamental de que unos colores "nos resulten" calientes o cálidos, y de que los llamemos así, es que esos colores expanden luz; son cálidos el rojo y el amarillo. Por el contrario, hallamos fríos los colores que absorben luz; los azules, verdes, violeta. De igual manera hay una respuesta psicológica ante la mezcla de colores, yuxtaposición, combinación, etc., porque esa mezcla también produce reacciones de naturaleza física y química; habrá combinaciones violentas cuando, por ejemplo, de ellas resulta una total absorción de luz (rojo y verde, azul y naranja, amarillo y violeta). 
 

 
6.2 Razones subjetivas

La educación estética de cada individuo o grupo y su cultura convencional predetermina gran parte de la respuesta psicológica de ese individuo o grupo ante la percepción del color. Casos singulares de esta subjetivación estética son aquellos caracteres míticos de ciertos colores, como el luto para el negro y la pureza para el blanco. Otro ejemplo es el de la cultura romanocristiana, que prescribe claramente cada color para cada uso en la liturgia, es decir en la celebración de sus cultos: 

    El negro, para los oficios de difuntos
    El blanco, para las ceremonias nupciales, bautismales y festividades de santos no mártires
    El rojo para los mártires
    El morado para los cultos en tiempo de penitencia y Pasión
    El verde para el tiempo litúrgico de esperanza; etc.

Además de la particularización de estos ejemplos, lo cierto es que cada uno de los colores tiene la propiedad de causar sensaciones específicas en nuestro psiquismo. 

Vasili Kandinsky dedicó gran parte de su vida a la investigación del color en la pintura; trabajó en ello de forma obsesiva, a base únicamente de colores y formas. Ha sido profunda la influencia de Kandisnky en el arte posterior a él y su investigación y su teoría son de una importancia fundamental para el concepto del color en el arte actual. De su libro De lo espiritual en el arte es el extracto siguiente, acerca de los estímulos y respuestas sensoriales específicos de cada color. 

 

Amarillo: color típicamente terrestre. Podría corresponder a la representación cromática de la locura; no de la  melancolía o hipocondría, sino de la locura furiosa, ciega, del delirio. También se parece al derroche salvaje de las últimas fuerzas estivales, de la hojarasca otoñal. El amarillo es un color de fuerza desenfrenada, desprovista de toda capacidad profundizadora. 

Azul: color típicamente celeste. Desarrolla en profundidad y en extensión el principio de quietud: cuanto más oscuro más insonoro, hasta llegar al azul nocturno de la quietud silenciosa. Instrumentando musicalmente los tonos de azul, serían:  

    Azul claro - la flauta. 
    Azul oscuro - el violoncelo. 
    Azul más oscuro - el contrabajo.

Verde: es el color más tranquilo. Tiende a no moverse en ninguna dirección. No tiene ningún matiz, no pide nada. No llama a nadie. La ausencia constante de movimiento es una cualidad de este color que actúa de manera beneficiosa sobre los seres y las almas cansadas; pero al cabo de un cierto tiempo de descanso, puede resultar aburrido. El verde es el color clave de la Naturaleza que ha superado su turbulenta adolescencia y conduce a una calma de satisfacción. 

Blanco: a veces se considera color y a veces no color. Los impresionistas no ven el blanco en la Naturaleza. El blanco es el símbolo de un mundo en donde han desaparecido todos los colores como cualidades y sustancias materiales. El blanco es un silencio frío e infinito, pero que, de pronto, puede comprenderse. Es el color de la alegría pura y de la pureza inmaculada. 

Negro: es la nada sin posibilidades. Es la nada muerta después de desaparecer el sol. Es un silencio definitivo, eterno, sin futuro y sin esperanza. El negro el color inmóvil, insensible e indiferente. Es el color más insonoro. Color de tristeza y símbolo de muerte. 
Gris: no posee ni movimiento ni sonido externo. Es una inmovilización desconsolada; cuanto más oscuro más se acentúa en él la asfixia; al aclararlo, respira y adquiere una cierta dosis de esperanza recóndita. 

Rojo: es la más vehemente sensación de fuerza, energía, impulso, alegría, triunfo. El rojo es la pasión incandescente y constante. 

Marrón: color chato y duro. El marrón es un color capaz de poco movimiento y en el que resuena el rojo con un bullir apenas perceptible. A pesar de su sonido externo flojo, interiormente el marrón puede tener un efecto sonoro potente. 

Naranja: se parece a una persona convencida de sus fuerzas. Despierta una sensación de salud. 

Violeta: tiene algo de culpable, enfermizo, apagado, despreciado y, por ello, triste. También es, a veces, un color de luto.

 

Para terminar, interesa resaltar y concretar que el aspecto sicológico subjetivo del color es una sensación permanente que corresponde a un estimulo constante. De cualquier prenda en la vestimenta que uno lleva puede obviar y olvidar ciertas cualidades, como la textura, el peso, el grosor, incluso la forma, pero no puede obviar lo más mínimo de la presencia del color de esa prenda. Haga alguna encuesta cada alumno de la clase para comprobarlo. De aquí la importancia que para nosotros tienen los próximos capítulos sobre la tintura. 

 
 

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