9.1.2 Venas
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Se presentan como pequeñas
líneas onduladas en la superficie del acabado, las cuales corresponden
a los vasos sanguíneos de la piel. Estos defectos se ven especialmente
marcados durante la operación de planchado, ya que siendo conducto
hueco tienen una compacidad distinta que el resto de la piel.
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9.1.3 Acostilladas
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En algunos tipos de pieles de cordero,
por ejemplo tipo merino, se observa el crecimiento en la capa de flor de
unos pliegues pronunciados para poder acomodar el crecimiento de la gran
cantidad de lana. Estas arrugas van del espinazo a la espalda y se conocen
con el nombre de acostillados. Este defecto disminuye la calidad del cuero
acabado debido a que es difícil cubrir y normalmente queda marcado
sobre la superficie. En la confección de prendas es preferible cortar
trozos adyacentes y colocarlos en partes visibles de la prenda como si
se tratara de un dibujo característico de la misma. Para lograrlo,
los lados izquierdo y derecho deben aparejarse bien y colocar de forma
simétrica la dirección de dichas arrugas.
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9.1.4 Cicatrices, cortes
y agujeros
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Las cicatrices proceden de heridas
que se la producido en el animal vivo y que han tenido tiempo de cicatrizar
antes de su muerte. El nuevo tejido formado es más denso y distinto
a los tejidos adyacentes. Si el acabado no es muy cubriente se observan
sobre el acabado.
Los cortes y agujeros proceden del
desuello de las pieles o bien se producen durante la fabricación.
Lógicamente no desmejora la calidad de la piel pero disminuyen la
superficie de corte en mayor o menor grado.
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9.1.5 Picado de lana
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Se presenta como pequeños
orificios sobre el lado de flor, los cuales se atribuyen a la putrefacción
que tiene lugar alrededor de donde está situada la raíz de
la lana, eliminando parte de la piel y quedando en estas zonas el poro
mayor. Normalmente se presenta en zonas bastante localizadas; aunque también
puede estar extendido sobre toda la piel.
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