En esta materia viva que el curtidor ha transformado nosotros vamos a
realizar una prenda que es, además, creación de un diseñador. Ningún
otro tipo de confección nos exige tanta fidelidad a las normas de
encajado y corte, si queremos corresponder a la calidad del trabajo que
otros colegas, el curtidor y el diseñador, ponen ahora en nuestras
manos.
Antes, incluso, de haber sido fabricada,
una prenda de piel ya es una vestimenta de alto precio. Los cuidados de
encajado y corte llegarán a su mayor grado de exigencia si además
se trata de una piel de alta calidad; una napa pura anilina,
por ejemplo.
Las normas que aquí vamos a exponer,
de una manera muy sencilla y esquemática, son de estricto cumplimiento;
de otra forma, siempre podremos arruinar la calidad final de una prenda,
aunque lleve un precioso diseño y una piel de la más alta
calidad. Nunca saldrá bien una prenda que ha sido mal encajada
en su pieza de piel.
El cortador de piel debe ser un profesional
estricto seguidor de los principios de encajado y corte; con esa observancia,
su trabajo es sencillo. Debe ser, además, capaz de visualizar siempre
la prenda, el producto acabado, antes de iniciar el corte.
La primera esquematización de
este trabajo la hacemos considerando los cinco tipos de pieles sobre los
que vamos a trabajar. Siempre estamos hablando de la piel sin pelo, también
llamada cuero.
Encajado de patrones:
Este es el esquema de estudio
que seguiremos en los capítulos posteriores. Y lo vamos a hacer
con el método de SUPUESTO PRACTICO DE COMPROBACIÓN Y ENCAJADO DE
PATRONES sobre cada una de las pieles, para exponer la teoría aplicada
a la realidad del trabajo profesional. |